Cuando recibí la llamada de un viejo amigo para pedirme que le hiciera unas fotografías a él y sus socios para la empresa que estaban montando, no dudé ni un instante.

Muchos de vosotros ya sabréis que no me gusta retratar a gente, quizás sea por eso que no me dedique al [hasta hace poco] lucrativo mundo del reportaje social, o a la fotografía de moda, y base mis fotografías hacia el mundo industrial, o de reportaje (no social). Pero esta vez hice una excepción con el siguiente resultado:

Aprovecho para desearles mucha suerte en su nueva etapa empresarial, que seguro lo consiguen, pues los tres son unos “cracks”.

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